Pese a mi resquemor con la maldita musaraña no existía un instante en que no le hiciera caso. Comencé a valorar y poner como principio el presente, además tener en cuenta el porqué , el motivo de éste, ese pasado ya olvidado. Sin embargo ahora echo de menos mis gafas de pasta, y pienso que mirar tan cerca el presente quizá me produzca astigmatismo; pero Colorida se que sabe lo que pienso, es demasiado lista maldita...
No hay comentarios:
Publicar un comentario